Quiero soplar globos,
crear pompas multicolores de jabón,
maravillarme con su existencia
y despertar a ese niño sonámbulo
que llevo dentro.
Quiero estar a salvo de los hombres,
de la maldad y la fría ciudad.
Solo busco perderme en el eco
de una mujer-animal cuyo susurro
me duerma en su regazo.
Quiero correr bajo la lluvia,
sentarme bajo el antiguo árbol del jardín,
para llorar frágilmente sin saber por qué.
Y ciego de gotas,
descubrir que no existe el tiempo,
sólo un destino.
Quiero tener un rostro interrogante,
vivo, despierto, entusiasta y lleno de sed.
Quiero, pero soy sólo un niño asombrado,
rodeado de adultos, en espera de pequeños
milagros al borde del crepúsculo.
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