no busco la salvación.
Solo quiero descubrir un destino;
descubrir la palabra idónea
que desinfle este ego agotado.
Desde los restos de mi naufragio
tejo un personaje;
tejo una trama con neurosis cotidianas.
Siento un vació inmenso
que recorre el universo;
lo superfluo se ha instalado;
pero me niego al desasosiego.
Renunciar a la pregunta
es aceptar la fugacidad
de todo lo que me rodea;
de todo lo que me rodea;
negar lo eterno es saber el final.
Nadie se salva cuando el arte ataca.
La belleza siempre termina por escapar.
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